Como resultado del ejercicio investigativo para la construcción de la propuesta de intervención “Escuchando-nos: estrategias de cuidado y autocuidado para mujeres feministas” realizada como opción de grado de la Especialización enEstudios Feministas y de Género en la UNAL por una de las integrantes y primera gestante del proyecto, se evidenció la importancia de contar con redes de afecto y cuidado para contener los procesos emocionales (felicidad, frustración, digna rabia, esperanza) surgidos durante la experiencia de incorporación de la mirada feminista a nuestra vida personal, política y laboral y contribuir así́, a la promoción de bienestar emocional en nuestro sentir, actuar y pensar durante la implementación de estrategias de transformación social que cuestionen, desde una perspectiva interseccional, las condiciones en las que se nos construye como mujeres y las desigualdades sociales a las que nos enfrentamos en nuestras familias y comunidades.
Siendo esta la primera entrada de este blog, nos parece importante retomar lo escrito en ese momento, palabras que fueron los primeros puntos que se montaron en la agujas donde se tejería lo que ahora es Entretejer.
"Hacer de lo personal algo político y tomar la perspectiva de género e interseccional como ejes transversales para comprender la vida, traen consigo una constelación amplia de vivencias emocionales que es necesario poner en palabras para generar espacios de elaboración y evitar con ello desgastes psíquicos y corporales, por tanto los escenarios de descompresión emocional para mujeres feministas se tornan necesarios para generar ejercicios de descarga de los diferentes dolores y malestares implícitos en el ejercicio diario profesional y activista.
Quedan abiertas las preguntas por la necesidad de explorar redes de cuidado explícitas, pues cuando el trabajo de cuidado de las integrantes de las colectivas se asume sin generar una discusión consciente al respecto, podría derivarse en dinámicas de desgaste o de ruptura al estar en el plano de lo invisible.
Será conveniente continuar explorando las implicaciones emocionales de la construcción de apuestas políticas, vitales y teóricas feministas, con el fin indagar sobre los mecanismos de control que operan tras la autodemanda constante de congruencia que manifestamos hace parte de nuestra cotidianidad feminista. Me pregunto si acaso la culpa que tradicionalmente hemos identificado como instrumento internalizado de control del patriarcado, no sigue operando como un mecanismo de vigilancia interna que evalúa constantemente nuestro saber hacer ya no femeninas desde el modelo hegemónico, sino resistentes a el. De ser así, estaríamos relacionándonos con el mundo desde la misma estructura que construye el patriarcado para nosotras (ser para otros, culpa, insatisfacción, perdida de poder personal al no conseguir el mandato de perfección por estar construidas en la falta, etc) pero esta vez desde los mandatos ideales de un supuesto “saber ser feminista”. Es decir, estaríamos ante un mantenimiento de la estructura interna aunque el discurso haya cambiado.
Por esto sería radical y necesario generar procesos de intervención emocional y no sólo discursivos, para generar apuestas de acción que vehiculicen transformaciones estructurales de nosotras mismas, y en ese sentido tejer desde lo individual a lo colectivo movilizando transformaciones políticas desde lo personal.
Así esta es una propuesta de intervención con elementos participativos y sóricos que pretende contribuir al fortalecimiento de lazos amorosos con nosotras mismas y como integrantes de una colectiva feminista, para vivir con alegría y bienestar los ejercicios de resistencias necesarios para contribuir a la transformación social y por ser más felices, libres y poderosas." (Cortes, 2016)
Tomado de: Cortes Pérez, Sol Angy (2016) "Escuchando-nos: estrategias de cuidado y autocuidado para mujeres feministas" propuesta de intervención realizada como opción de grado de la Especialización en Estudios Feministas y de Género en la UNAL.
Comments